Los apocalípticos dicen que la Tierra estará a oscuras durante 72 horas por un eclipse galáctico.
Desde el 21 de diciembre, dicen los apocalípticos, la Tierra experimentará tres días de total y angustiosa oscuridad a causa de un raro «eclipse galáctico», que solo se da cada 26.000 años.
Aunque cueste creerlo, semejante noticia, que ha venido siendo replicada a través de Internet y redes sociales, también ha sido divulgada por medios de comunicación, nacionales e internacionales, porque supuestamente la fuente primaria es la Agencia Espacial Estadounidense (NASA). Aunque es evidentemente falsa, la información ha logrado causar inquietud y revuelo entre los amantes de las profecías.
Sus promotores aseguran que el eclipse galáctico ocurrirá cuando el Sistema Solar pase frente a una cavidad oscura de la galaxia, entonces los fotones (partículas de luz) emitidos por el Sol serían absorbidos por esta región, impidiendo que la luz llegue a la Tierra, lo cual nos sumirá en la penumbra.
No existe, para ser exactos, el tal evento galáctico que nos privará de la luz solar, en cambio sí son muy reales los difusores de «hoax» o mensajes con falsas alarmas por Internet.
Es cierto que la gravedad puede desviar la luz, haciendo que no viaje en línea recta, y desde 1919 se comprobó experimentalmente esta idea predicha por Albert Einstein en su Teoría General de la Relatividad. La luz de un objeto distante podría curvarse debido a un objeto masivo, como toda una galaxia, que se encuentre entre el objeto que emite la luz y nosotros, los observadores. En investigación astrofísica este fenómeno se conoce como «lente gravitacional».
No es el único rumor cibernético de este porte que circula. Hay otro que habla de hasta seis días de oscuridad como consecuencia de una tormenta solar que generará polvo y materiales rocosos que bloquearan la llegada de la luz del Sol a la Tierra.
Esta es aún mas disparatada, primero porque hasta el momento no somos capaces de predecir cuándo va a ocurrir una tormenta solar y luego porque durante estos eventos el Sol expulsa gran cantidad de plasma, partículas como protones y electrones, altamente energéticos, pero en ningún caso polvo o material que pudiera opacar la emisión de luz.
Lo que es verdad en este caso es que una tormenta solar que llegue a la Tierra sí puede afectar los sistemas de distribución eléctrica y causar apagones, como ya lo hemos vivido en varias oportunidades.
Fantasías apocalípticas como ésta nos han acompañado siempre, de hecho hay evidencia de una de las primeras, inscrita en tabletas asirias que datan del siglo XXVIII antes de Cristo. Y aunque no hay que creer en ellas, hay que reconocer que nos dan la oportunidad de abordar temas apasionantes.
Publicado en el diario El Tiempo el 3 de diciembre de 2014