Así es el Sol
El Sol está hecho de los mismos materiales que la Tierra y los demás planetas debido a su origen común, pero en proporciones diferentes. Está compuesto, en mayor parte, de hidrógeno (70 por ciento) y helio (28 por ciento). En menor cantidad, carbono, nitrógeno, oxígeno, entre otros.
Su tamaño es como juntar un millón 300.000 planetas Tierra y en su diámetro cabrían 109 Tierras una junto a la otra. La masa de este astro sería aproximadamente 333.000 Tierras.
Es una estrella en etapa adulta, que está en la mitad de su vida: le quedan unos 5.000 millones de años antes de entrar en fase terminal. Cuando se acaben las reacciones que produce la energía en su núcleo, su fin será convertirse en una pequeña y densa estrella (enana blanca), rodeada de gas, conformando lo que se conoce como nebulosa planetaria.
El Sol tiene un ciclo de actividad de aproximadamente once años, en los que pasa por periodos con mayor número de manchas solares (zonas de intenso campo magnético que sale del interior). En esas zonas ha alta probabilidad de fenómenos explosivos, principalmente fulguraciones y eyecciones coronales de masa. Durante estos eventos, el Sol emite gran cantidad de radiación y partículas cargadas (electrones y protones) de alta energía.
Su núcleo, que es como la caldera donde se genera la energía, está a unos 15 millones de °C. En la superficie la temperatura promedio es de casi 6.000 °C, siendo un poco menor en las manchas (unos 3.500 °C). A medida que nos alejamos, la temperatura vuelve a aumentar y puede llegar a 12 millones de °C.
Si quisiéramos viajar hasta el Sol, a bordo de un avión comercial, necesitaríamos 20 años. La luz que emite tarda 8 minutos en llegar a la Tierra, 40 minutos a Júpiter y 7 horas hasta alcanzar los límites del sistema solar.
No sabemos aún exactamente cómo se genera el campo magnético en este astro. Tampoco somos capaces de predecir su actividad y no hemos detectado por qué la corona solar es tan caliente, casi al nivel de su núcleo.
Las tormentas solares dirigidas hacia la Tierra son la mayor amenaza que representa. Si impactan al planeta pueden afectar el campo magnético terrestre, las propiedades de a atmósfera y depositar partículas muy energéticas que llegarían a destruir satélites y redes eléctricas, dejando apagones y millones en pérdidas materiales.
En el 2017 se espera lanzar la misión Solar Orbiter, desarrollada por la Agencia Espacial Europea (ESA). Su objetivo es enviar un satélite a las ‘barbas’ del Sol y verlo desde una perspectiva fuera del plano de la órbita. Estudiará el campo magnético solar, especialmente en los polos y los fenómenos de actividad solar. Otra, de la Nasa, es la Solar Probe Plus, que en el 2018 buscará estudiar la corona solar.
Los chismes sobre el astro rey son tan grandes como la cantidad de energía que sale de este. NO habrá tres días de oscuridad por cuenta de un ‘eclipse galáctico’ este 21 de diciembre. Tampoco podemos predecir cuándo ocurrirá una tormenta solar que afectará a la Tierra causando apagones.
Publicado en el diario El Tiempo el 12 de diciembre de 2014.