Hace una década me encontraba disfrutando apaciblemente de un café en la cafetería del Instituto de Astrofísica de Canarias, uno de los mayores centros de investigación mundial en el astronomía y ciencias del espacio, cuando un personaje alto, de fulgurante cabellera irrumpe en el lugar.
Inmediatamente reconozco al sujeto, conocido internacionalmente por haber triunfado como compositor, guitarrista y vocalista de la exitosa banda británica Queen.
¿Qué hace aquí Brian May?, fue lo primero que paso por mi cabeza. Se encontraba en compañía del astrofísico Garik Israelian, destacado investigador que dirigió el equipo que en 1999 encontró las primeras pruebas observacionales de que las explosiones de supernovas – producto de la muerte de estrellas de gran masa – son causas de formación de agujeros negros.
La visita del músico no era inesperada, como tampoco lo era el nombre del tour que estaba realizando con la banda Queen por Europa, Asia y América titulado “The Cosmos Tour”. La cercanía de Brian May con la astronomía era tan antigua como su interés por la música, desde que era un niño. A los siete años sus pasatiempos favoritos eran tocar la guitarra que le había regalado su padre, y pasar horas explorando el cielo con un sencillo telescopio que tenia en casa.
Fue un alumno brillante en física y matemáticas, y a la edad de 22 años ya había terminado con honores sus estudios en el Imperial College de Londres, y comenzaba un doctorado en Astronomía. Al mismo tiempo su joven banda era telonera de grupos tan reconocidos como Pink Floyd.
Entre sus primeros estudios científicos sobresalen las investigaciones sobre la llamada luz zodiacal, un resplandor que se observa por encima del horizonte después del crepúsculo, o antes del amanecer, y que muchas veces se confunde con luz proveniente de una ciudad a lo lejos.
En realidad se debe a la cantidad de partículas microscópicas que llenan el espacio interplanetario y que forman una especie de disco en torno al Sol. Contribuyen a su formación los cometas que a su paso por el interior del sistema solar expulsan polvo, y también las colisiones entre asteroides.
Brian May tuvo que escoger a comienzos de los años 70 entre dedicarse de lleno a su tesis doctoral o asumir el triunfo que tenía Queen y el tiempo que le exigía la banda. Decide entonces dar un tiempo a sus estudios, que retoma tres décadas después.
Probablemente después de esa mañana cuando conocí la historia de Brian May tuve una motivación más para concluir mis estudios de doctorado en el 2008, el mismo año en que May recibe su titulo de Doctor en Astrofísica.
Desde ese momento su figura se convierte también en una motivación en miles de jóvenes para descubrir los misterios del universo. Realiza colaboraciones con NASA en la misión New Horizons – que recientemente nos dio información privilegiada sobre Plutón y ahora viaja al encuentro del objeto 2014 MU69 en el cinturón de Kuiper – y fue el creador junto con Israelian del festival Starmus, que reúne a Premios Nobel y a destacadas personalidades del mundo de la ciencia, el arte y la cultura, promoviendo el conocimiento en la sociedad.
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