La llamada ‘luz zodiacal’ a veces se observa por encima del horizonte en oscuras noches sin Luna.
Quienes viven en zonas alejadas de las ciudades, donde la contemplación del firmamento es una maravillosa costumbre en las noches despejadas, tal vez hayan podido ver un resplandor blanco en el cielo.
La llamada ‘luz zodiacal’ a veces se observa por encima del horizonte, después del crepúsculo o antes del amanecer, en las oscuras noches sin Luna. Se la conoce también como falso amanecer, precisamente porque el horizonte, próximo a la salida del Sol, comienza a brillar antes de lo normal.
Este resplandor, difuso y débil, se debe a la cantidad de partículas microscópicas que llenan el espacio interplanetario y que forman una especie de disco en torno al Sol. El polvo que lo forma ha sido expulsado por innumerables cometas que han pasado por las regiones internas del sistema solar durante miles de millones de años, pero también las colisiones entre asteroides contribuyen a su formación.
Actualmente, el disco se extiende hasta la órbita de Júpiter, sobre el mismo plano en el que se encuentran los planetas del sistema solar. Las millones de partículas de polvo dispersan la luz que reciben del Sol y esto hace que el resplandor se pueda apreciar, ocupando la región del cielo donde se localizan las constelaciones del Zodiaco. De allí su nombre: ‘luz zodiacal’.
El guitarrista de Queen, Brian May, estudió la ‘luz zodiacal’ en los 70, pero sólo finalizó su tesis en el 2007, y recibió el título de Doctor en Astrofísica en el Imperial College, en el Reino Unido, por sus trabajos en esta área. Esta luz vuelve a ser noticia porque recientemente ha sido detectada fuera del sistema solar. Aunque esta luz exodiacal (en otros sistemas estelares) ya había sido vista, ahora se captó de forma sistemática alrededor de estrellas cercanas.
Lo particular es que es mil veces más brillante que la luz zodiacal vista alrededor del Sol, lo que sería un obstáculo para futuras observaciones que traten de ver directamente exoplanetas inmersos en esos discos de polvo. Sin embargo, la detección de polvo alrededor de otras estrellas puede ser una forma de estudiar la arquitectura y la evolución de sistemas planetarios, y se cree que en los casos hallados recientemente el polvo ha sido generado por colisiones entre planetas pequeños, de pocos kilómetros de diámetro.
Publicado en el diario El Tiempo el 5 de noviembre de 2014.