El método de Sherlock Holmes 

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Un nuevo miembro de los Baskerville ha muerto trágicamente como parte de una terrible maldición que recae sobre esta familia. Las enigmáticas muertes están precedidas por desgarradores aullidos de un infernal perro, que atemorizan a los habitantes del condado de Devon, en Inglaterra. Resolver el misterio es la misión encomendada al mejor detective privado de todos los tiempos, el reconocido Sherlock Holmes.


Los sucesos anteriormente descritos son parte de la novela “El sabueso de los Baskerville”, que recuerdo con especial entusiasmo por ser la primera que cayó en mis manos y que me conectó con las historias de misterio de Sherlock Holmes, personaje creado por Arthur Ignatius Conan Doyle.


En los 56 relatos y cuatro novelas de Sherlock Holmes, se evidencia que su método, simple pero efectivo, consiste en seguir las pistas esperando pacientemente a que una le conduzca a la otra, hasta completar el rompecabezas y descifrar el enigma; un método deductivo basado en la observación minuciosa y el análisis científico.

En varias de sus aventuras, Holmes demuestra un profundo conocimiento astronómico, especialmente en relación con las características y movimientos aparentes de cuerpos en la bóveda celeste, siendo la Luna y el Sol aliados a la hora de establecer el momento en el cual ocurrieron, por ejemplo, hechos relacionados con algún crimen.


Las conexiones astronómicas del afamado detective y sus habilidades en astronomía práctica, provienen del interés de su creador en estos temas, en los cuales pudo profundizar apoyado por su gran amigo, el oficial de la armada británica y astrónomo Alfred Drayson, quien trabajó en el Observatorio de Greenwich. Otro de los referentes de Conan Doyle era el astrónomo Simon Newcomb, a quien se le suele describir como el mas destacado de finales del siglo XIX. 

Se piensa qué Conan Doyle, en su búsqueda de características para los personajes de sus relatos, adopta en sus historias las vidas de ambos astrónomos, Drayson y Newcomb, dando así un papel protagónico a la astronomía y sus métodos de indagación.

Un siglo mas tarde, son los astrónomos los que ahora hacen referencia al llamado método de Sherlock Holmes, para indicar que buscan pistas que los lleven a encontrar responsables. Tal es el caso de los estudios de agujeros negros en donde se busca el rastro del efecto que tienen sobre su entorno. Observando las estrellas, como Sherlock Holmes cuando seguía los pasos en falso de algún criminal con su lupa, se trata de encontrar evidencia de la presencia del agujero negro, sin verlo directamente.


El uso de la lupa de detective para revelar evidencias apenas visibles, se aplica también en la detección de galaxias, o estrellas lejanas en el universo, a través de las llamadas lentes gravitacionales, un efecto predicho por la relatividad general por el cual la luz procedente de objetos distantes se curva alrededor de un objeto masivo situado entre tales objetos y nosotros, logrando magnificar la fuente de luz para que sea fácilmente detectada.


Larga vida a Sherlock Holmes y a los métodos y razonamientos deductivos que nos hacen encontrar respuestas a los más recónditos misterios del universo.

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