
A mediados de junio de 1985, un joven de 28 años se preparaba para hacer historia a bordo del transbordador espacial, a punto de despegar desde la histórica plataforma de lanzamiento 39A del Centro Espacial Kennedy en Florida. Para ese momento los lanzamientos de transbordadores, la primera nave espacial reutilizable del mundo, eran casi rutinarios, con 17 misiones exitosas desde la primera en 1981, pero en esta oportunidad, la misión STS 51-G del transbordador Discovery tenía entre sus siete tripulantes al astronauta más joven en viajar en estas naves.
Sultan bin Salman Al Saud, nuestro joven protagonista nacido en Arabia Saudí, había encontrado su inspiración en la pantalla chica durante la transmisión del primer viaje tripulado a la Luna con la misión Apolo 11, que justamente había abandonado la Tierra el 16 de julio de 1969 desde la plataforma 39A. Más allá de cumplir su sueño de infancia, el viaje en el Discovery representaba la responsabilidad de ser el primer árabe, musulmán y miembro de una familia real en volar al espacio. El principe Sultan era nieto del rey Abdelaziz bin Saud de Arabia Saudi.
Durante 7 días, en las cuales completa 111 vueltas a nuestro planeta, el principe Sultan cumplió con su papel como especialista en carga útil de la misión, cuyo objetivo principal era colocar en órbita tres satélites de comunicaciones, entre ellos el Arabsat-1B que daría servicios de telecomunicación a los Estados Árabes. Tuvo tiempo también para leer el Corán y recibir una llamada de su padre que fue transmitida en vivo por televisión. A su regreso a la Tierra apoyó el establecimiento de la Asociación de Exploradores Espaciales, una organización para astronautas y cosmonautas que han completado al menos una órbita alrededor del planeta, hoy en día con cerca de 400 miembros.
Tras más de tres décadas, el principe Sultán sigue siendo una figura inspiradora en el mundo árabe. Sin embargo, ahora más que nunca, el futuro de su país en las ciencias del espacio, están en sus manos; como presidente de la recientemente establecida Agencia Espacial Saudí. Sus planes incluyen una inversión de mas de 2000 millones de dólares, la creación de miles de trabajos en el sector espacial, la fabricación de satélites y micro lanzadores, y la cooperación internacional. Como reconoce el principe Sultan, el espacio se ha vuelto un sector fundamental para la economía global que toca directa o indirectamente cada aspecto de nuestras vidas. Para Arabia Saudí, estos planes representan la hoja de ruta para la diversificación de su economía y reducir su dependencia del petróleo en la próxima década.