¿Estamos solos en el universo?

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Abdul Azis / Getty

Han pasado más de cuatro siglos desde que un sacerdote italiano fuera quemado vivo en la hoguera, después de sufrir un encierro de más de ocho años, debido a sus ideas sobre el universo que fueron consideradas como herejía. Hoy la comprobación de algunas de esas ideas, como aquella de que existen otros sistemas solares en el universo, es motivo para ganar el Premio Nobel de Física.

El sacrificado – en el año 1600 – fue el astrónomo, filósofo y teólogo Giordano Bruno, un adelantado a su tiempo que, además de defender el modelo copernicano según el cual la Tierra giraba en torno al Sol, fue pionero en proponer que las estrellas en el cielo eran soles como el nuestro, alrededor de los cuales orbitan otros planetas. Aquellos mundos, pensaba Bruno,  podrían estar habitados por animales y seres inteligentes. La idea de la pluralidad de sistemas solares no gustó nada en la sociedad de la época.

Hoy Bruno es considerado como uno de los precursores de una gran revolución científica, ya que sus ideas sobrevivieron a las llamas, y continuaron influyendo a otros grandes pensadores en los siglos posteriores.

Cuando en octubre de 2019 se anunciaron los ganadores del Premio Nobel de Física  – para el padre de la cosmología moderna James Peebles, y los astrofísicos observaciones Michel Mayor y Didier Queloz – era imposible no evocar al gran Giordano Bruno y su visión del universo que desafió a la Inquisición.

El trabajo de Mayor y Queloz les permitió descubrir en 1995 el primer planeta fuera del sistema solar (planeta extrasolar), orbitando una estrella similar al Sol. En definitiva, uno de esos sistemas solares imaginados por Giordano Bruno, que a la fecha ya suman más de 3000. La técnica perfeccionada por los dos astrónomos suizos, es capaz de medir el efecto que tiene un planeta sobre su estrella, es decir las pequeñas variaciones en la velocidad de la estrella causadas por la atracción gravitacional del planeta, aunque el planeta debido a su tamaño sea invisible a los telescopios.

Este descubrimiento revolucionó la astronomía y abrió una nueva ventana de exploración. Hoy hay confirmados más de 4000 planetas extrasolares y varias misiones espaciales seguirán descubriendo muchísimos más, pues aún falta por explorar la mayor parte de nuestra galaxia, una entre miles de millones de galaxias en el universo.

Por otro lado, seguimos buscando incansablemente las pruebas que confirmen que existe vida en otro lugar fuera de la Tierra. Para ello se deben estudiar en detalle las atmósferas de esos planetas extrasolares buscando indicios de elementos como los que contiene nuestra propia atmósfera terrestre, que puedan dar luz a las posibilidades de vida tal y como la conocemos.

Cuando llegue ese esperado descubrimiento, seguramente estaremos frente a un nuevo Premio Nobel de Física y, una vez más, volveremos a rememorar al extraordinario Giordano Bruno.

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