Iniciamos un año en donde tendremos magnificas oportunidades de acercarnos a las maravillas del universo, y en el cual se conmemoran los sesenta años del momento en el cual el cielo dejó de ser el límite. El lanzamiento y puesta en órbita del Sputnik 1, primer artefacto que los seres humanos colocaron en el espacio, marcó el comienzo de la era espacial, que desencadenaría en pocos años una avalancha de esfuerzos en el campo de la exploración del cosmos.

El pasado 4 de enero la Tierra pasó por el punto más cercano al Sol, en su órbita alrededor de nuestra estrella, algo que podría de alguna manera marcar el inicio del año en cuanto a los eventos astronómicos se refiere. Hay varios eventos esperados para este 2017, siendo el cometa 45P/Honda-Mrkos-Pajdušáková uno de los protagonistas en las primeras semanas del año. El 11 de febrero este cuerpo helado se encontrará en su momento más cercano a la Tierra, en su trayectoria hacia las regiones externas del Sistema Solar, y será el plato fuerte de los astrofotógrafos que registran el cielo nocturno.

A finales del mismo mes, algunos afortunados en el Hemisferio Sur podrán disfrutar de un eclipse anular del Sol, siendo testigos del deslumbrante “anillo de fuego” que se aprecia en el cielo, cuando la Luna se interpone entre el Sol y la Tierra. En Colombia no será visible este fenómeno, pero puede ser una buena excusa para visitar amigos en Chile y Argentina.

En marzo tendremos una buena oportunidad para observar a Mercurio, que por ser el planeta más próximo al Sol suele ser difícil de observar. Hacia finales del mes, se encontrará en su punto más distante al Sol (visto desde la Tierra) y por tanto el deslumbramiento producido por la estrella será un poco menor, pudiéndolo observar más fácilmente en los instantes posteriores a la puesta de Sol. El planeta además se podrá ver formando un triángulo con Marte y la Luna creciente del mes.

Para abril otra espléndida ocasión que esta vez nos dejará ver a la Luna llena y a Júpiter, el coloso del Sistema Solar, muy cercanos,  haciendo una singular pareja en el firmamento. El mismo Júpiter será visto “acariciando” a Venus hacia mediados del mes de noviembre, en una espectacular conjunción planetaria.

Pero posiblemente, lo más esperado del año para los amantes del cielo, es el eclipse total de Sol del 21 de agosto. En América Central y Suramérica el eclipse será parcial (la Luna cubre una parte del Sol), pero en lugares como Norteamérica podrán tener uno de los ocultamientos del Sol más espectaculares de los últimos cien años. Será una fecha histórica y un instante único en donde por unos minutos el día se vuelve noche, y se podrán incluso ver las estrellas resplandecer durante el día, cuando la luz del Sol sea bloqueada por la Luna.  El turismo astronómico definitivamente moverá grandes masas este año.