
Esta semana Colombia fue el país anfitrión de la Cumbre Mundial de Premios Nobel de Paz que contó con la participación de una veintena de laureados del destacado premio, casi una quinta parte de las personalidades que lo han recibido.
Entre los hombres y mujeres galardonados, hay uno que llama la atención y que nació justamente en 1901 – año en que se otorgaba por primera vez esta condecoración – recibiéndolo 61 años más tarde. Para ese momento, Linus Carl Pauling era un reconocido activista pacifista y luchador contra la proliferación y uso de armas nucleares en un mundo convulsionado por la Guerra Fría.
Pero Pauling no siempre fue un pacifista, de hecho en 1948 había recibido ya una prestigiosa distinción del gobierno estadounidense por sus aportes durante la Segunda Guerra Mundial. El hecho que marcaría el comienzo en su cambio de postura, y que afectó significativamente la visión de la guerra en muchos otros personajes, fueron los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki, algo que puede palparse en su discurso de aceptación del Premio Nobel de la Paz en 1962 cuando manifiesta que “la única política sensata para el mundo es la de eliminar la guerra”.
Hay también algo que diferencia a Pauling de todos los otros ganadores del Premio Nobel de la Paz, y es que doce años antes había recibido ya un Premio Nobel, en esa oportunidad el de Química, por sus aportes que incluyeron el estudio de la estructura de la materia a nivel subatómico, la naturaleza de los enlaces químicos, el uso de los principios de la mecánica cuántica para explicar ciertos fenómenos, entre otros trabajos relevantes en biología molecular, medicina, y genética. Pauling es la única persona, junto con Marie Curie, que ha ganado más de un Premio Nobel en diferentes categorías, y el único en solitario en ganar dos.
Pauling formó parte del Comité de Emergencia de Científicos Atómicos para alertar sobre los peligros de las armas nucleares, fundado por los físicos Albert Einstein y Leó Szilárd, este último un destacado miembro del Proyecto Manhattan para el desarrollo de la bomba atómica que luchó incansablemente por evitar su uso en la guerra.
Los esfuerzos de Pauling sin embargo no sentaron bien a todo el mundo, y su activismo le generó problemas en Caltech, la universidad donde era profesor y de la cual finalmente renuncia, pero sigue su actividad académica en otras importantes universidades.
Pauling será recordado como uno de los grandes genios de la humanidad y es junto con Einstein la única personalidad del siglo XX que integra la lista de los veinte mayores científicos de todos los tiempos. Él no se creía más inteligente que otros científicos, sino “simplemente más perseverante”, algo que demostró en su trabajo científico y en su ardua defensa de la paz.