Avances en la investigación espacial tienen una difusión nunca antes imaginada sin redes sociales.
La ‘llegada’ a Plutón representa un paso más en el acercamiento de los seres humanos a la exploración y el conocimiento de nuestro vecindario cósmico. También aproxima las maravillas del cosmos a la sociedad global y multicultural que habita la Tierra.
El origen de la carrera espacial se dio en medio de una lucha de poderes entre las grandes potencias, Rusia y Estados Unidos. Los objetivos eran claros: ser el primero en explorar, con satélites, el espacio exterior; poner humanos en el espacio y pisar la Luna.
Y luego vendría el gran éxito televisivo de la llegada a la Luna, hace 46 años, con 530 millones de espectadores en los cinco continentes.
El mundo de las comunicaciones nos ha traído en este milenio a la llamada era digital o ciberespacial.
Las aventuras de exploración espacial son tendencias o trending topics y atrás quedó el mito de que la ciencia es aburrida y no le interesa a nadie. Así se vivió el año pasado con la misión Rosetta, que llevó al robot Philae a posarse sobre un cometa.
La cuenta de Twitter de Philae tiene casi medio millón de seguidores. Un poco más suma la astronauta italiana Samantha Cristoforetti, quien volvió a la Tierra hace un mes tras romper, con 200 días, el récord femenino de permanencia en el espacio.
La interacción del público con los científicos está cambiando la forma de relacionarse con la ciencia. La Nasa tiene un programa especialmente dirigido a promover oportunidades para sus seguidores en redes sociales (11 millones en Twitter) y ya ha organizado casi un centenar de eventos.
Hoy, Plutón conquista las redes sociales y el espacio aumenta su número de seguidores.