Recuento de los logros de la humanidad en el espacio
El incesante deseo de explorar, dentro de nuestro planeta y más allá, está impreso en los genes de la especie humana. Para las nuevas generaciones, las misiones de exploración espacial pueden parecer algo cotidiano; desconocen que hace apenas medio siglo dimos el anhelado paso sobre ese otro mundo que es la Luna. (Lea también: El más allá de la exploración espacial)
La puesta en órbita del satélite ruso Sputnik 1 marcó el inicio de la era espacial, al tiempo que revolucionó nuestras sociedades y la forma en que los humanos vivimos día a día. Cincuenta y siete años después de su lanzamiento, y rodeados hoy por miles de satélites, seguimos levantando nuestra mirada al cosmos con el mismo deseo de desentrañar sus misterios más profundos.
Esa capacidad de nuestra especie no deja de sorprendernos. En 1969 se reflejó en el increíble logro de posarnos por primera vez sobre la Luna; hoy se concreta en la impresionante misión de viajar durante diez años al encuentro de un cometa para indagar sobre los orígenes de nuestro Sistema Solar, y mañana, probablemente, las próximas generaciones se embarcarán en largos viajes con miras a explorar el medio interestelar. Nuestra relación con el espacio, que acompaña a la humanidad desde sus orígenes nos mantendrá en contacto con el cosmos y nos llevará a adentrarnos en él y a avanzar en su conquista, a medida que aprendamos cómo hacerlo.
Ahondar en el conocimiento del cosmos nos permite tener una mejor claridad de nuestro lugar en el universo. Esa intrépida, y a veces accidentada, empresa, está llena de hitos. Uno de ellos es la puesta en órbita del telescopio espacial Hubble. Desde comienzos de los años 90, a 593 kilómetros sobre el nivel del mar, es el ojo inmenso que desde el cielo nos revela algunos de los secretos más inesperados de nuestro universo.
Este invaluable instrumento de observación ha aportado detalles sobre la superficie de planetas, asteroides y muchos otros cuerpos celestes, lo cual no ha hecho más que aumentar nuestra curiosidad y deseo de seguir desarrollando la tecnología que llevará a nuestras naves a esos destinos.
Sus hallazgos permitieron que grupos de todo el mundo pudieran llevar a cabo la cuidadosa planeación de ambiciosas misiones de exploración de Marte, la Luna y otros cuerpos del Sistema Solar. Uno de ellos es Rosetta. De la mano de estos proyectos, y de sus resultados, otras investigaciones científicas desarrollan los primeros estudios con miras a explorar el universo.
Mientras tanto, la observación detallada del mismo se mantiene, incluso desde nuestro planeta. En apenas dos décadas de búsqueda hemos descubierto cerca de 2.000 planetas fuera del Sistema Solar, y ya hay varios otros miles que son candidatos a ser catalogados como tales. ¿Encontraremos algún día vida en uno esos lejanos mundos? ¿Será capaz nuestra civilización de superar los incontables desafíos que implicaría viajar a uno de ellos?
Esas preguntas rondan nuestras cabezas y miles de científicos dedican sus vidas a responderlas, a hacerlas realidad. Y así será. La razón la da el reconocido astrofísico británico Stephen Hawking: “Limitar nuestra atención a cosas terrestres sería poner un límite al espíritu humano”.
Las próximas fronteras
Siete proyectos para las décadas que vienen
Satélite del Sol: La ESA y la Nasa tienen previsto lanzar al espacio el Solar Orbiter, un satélite que, por primera vez, orbite el Sol. Su misión será hacer una cartografía del astro y estudiar cómo se producen las tormentas y sus manchas, además de la heliosfera (una ‘burbuja’ generada por su intenso campo magnético, una especie de escudo protector que encierra a todo el Sistema Solar). Según la ESA, con este proyecto, del programa Visión Cósmica 2015-2025, se explicarían preguntas claves del origen de la vida, la formación de los planetas e incluso el origen del Universo.
Viaje a un asteroide: La misión Osiris-REx de la Nasa, que durará 14 años, tiene como objetivo llegar al asteroide Bennu (abundante en carbono), con lo que respondería preguntas sobre el origen de la vida. Se prevé lanzarlo a fines del 2016.
Marte x 3: Para seguir investigando a Marte hay tres proyectos: Insight, de la Nasa, que para el 2016 partirá hacia el planeta rojo para investigar su geología; ExoMars, de la ESA y la Agencia Espacial Rusa, que será lanzada en el 2018 que llevará un robot para desplazarse en su superficie e investigar su composición. Y Mars 2020, de la Nasa, será un robot más avanzado que el actual ‘Curiosity’ y tendrá la misión de rastrear ‘antiguos signos vitales’ en el planeta.
Mercurio: Para Mercurio está BepiColombo, de la ESA con apoyo de la agencia espacial japonesa (Jaxa), que irá en el 2016 para estudiar el planeta más pequeño y cercano al Sol.
Júpiter: Juice, también de esa agencia, partirá en el 2022 a bordo del cohete Ariane 5 hacia una de las lunas de Júpiter con la misión de buscar si hay signos de vida. Y otra, el telescopio Euclid, para estudiar el universo oscuro (que explicaría la acelerada expansión del universo).
Publicado en el diario El Tiempo el 16 de noviembre de 2014.