2024: Un nuevo amanecer en la exploración espacial

Si el 2023 fue un año emocionante para la exploración espacial, este año se presenta como una ventana hacia nuevas oportunidades y avances significativos. Durante los primeros nueve meses del año pasado ya se habían realizado 179 lanzamientos espaciales, el mismo número alcanzado en todo el 2022; y para el final de año se llegó a los dos centenares, colocando al 2023 como el año con mayor número de lanzamientos de la historia.

En los próximos 12 meses verán la luz programas innovadores y tecnologías que prometen marcar un punto de inflexión en la forma en que comprendemos y aprovechamos el espacio.  El estreno de soluciones de lanzamiento que han sido descritas como revolucionarias, podrían cambiar la forma de acceder al espacio y allanar el camino para una exploración más eficiente y económica. Nuevos jugadores, como la empresa alemana ISAR Aerospace, planean realizar sus primeros vuelos, contribuyendo así a la diversificación del panorama espacial, la democratización del espacio de la cual se viene hablando frecuentemente.

Las constelaciones de satélites seguirán siendo protagonistas en el 2024, redefiniendo la forma en que utilizamos el espacio. La compañía Space X con alrededor de 5000 satélites, que representan el 45% de todos los satélites en órbita, seguirá expandiendo su presencia en el espacio, y otras nuevas esperan ayudar a aumentar las estadísticas en el espacio. Aunque la nueva tecnología espacial ofrece posibilidades emocionantes de hiperconectividad, también plantea desafíos para el desarrollo sostenible del entorno espacial. El equilibrio entre aprovechar al máximo estas tecnologías y preservar la sostenibilidad del espacio, con un crecimiento incontrolado de la basura espacial, será un tema crucial en el próximo año.

A nivel geopolítico, la rivalidad entre Estados Unidos y China en el ámbito espacial se intensificará aún más. La Luna se convertirá este año en un escenario clave para estas potencias, que lideran programas paralelos con la ambición de establecer en el futuro bases permanentes. Estados Unidos, con su programa Artemis, y China, con la Estación Internacional de Investigación Lunar (ILRS), compiten en una nueva carrera lunar. Artemis lidera actualmente con avances técnicos y asociaciones internacionales, aunque parece que se retrasaran los planes que se tenían para final de año del esperado vuelo tripulado alrededor de la Luna que durará unos 10 días con cuatro seres humanos. Por su parte, China tiene programado el lanzamiento del satélite de comunicaciones Quequiao 2 con una antena parabólica de 4,2 metros de diámetro que orbitará la Luna, y la misión Chang’e 6 para traer muestras de la cara oculta de la Luna a finales del 2024.

Mientras tanto, Europa, que ha estado un tanto rezagada en los últimos años, busca recuperar su estatus de gran potencia espacial con el lanzamiento de Ariane 6, el sucesor del cohete Ariane 5, que ha sido el cohete más utilizado en Europa durante los últimos 20 años. El lanzamiento de Ariane 6 será crucial para que Europa recupere su capacidad de acceso autónomo al espacio, y junto con su participación en el programa Artemis, suministrando el módulo de servicio de la nave Orion, marcará un potencial renacer para el continente europeo en la exploración espacial.

Europa espera también con gran expectativa el proyecto de la constelación IRIS, formada por un total de 20 satélites, que se lanzarán en órbitas bajas a una altitud de unos 1.200 kilómetros, equipados con antenas de alta ganancia que les permitirán proporcionar una conectividad de banda ancha de alta velocidad a cualquier lugar de Europa.

Los nuevos desafíos, alineados con el actual contexto mundial, incluyen abordar cuestiones clave en temas de seguridad y defensa. La importancia del espacio en operaciones de combate modernas se ha vuelto evidente. Se está considerando la implementación de una ley espacial que se enfoque con especial atención en en la gestión del tráfico espacial, la ciberseguridad de los satélites y la seguridad de los programas espaciales.

Con un panorama amplio de retos y oportunidades, este nuevo año podría definir el papel de todos los actores en la carrera espacial del siglo XXI. ¿Estamos ante un nuevo amanecer para la exploración del espacio? El 2024 lo revelará.

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